Parte 3: ¿Cuánto necesitas para ser feliz?
¿Te has preguntado alguna vez cómo puedes ser un seguidor de Cristo totalmente comprometido con tus finanzas? Pista: empieza por pensar como un mayordomo, no como el dueño. Hablemos más de esto en la última parte de nuestra serie, ¡Quédate con el cambio!