Parte 1: Viene del corazón

A nadie le gusta que le digan qué hacer. Y, sin embargo, muchos de nosotros estamos siendo empujados involuntariamente por seis emociones peligrosas.

Parte 2: Culpa

Cuando se trata de la culpa, muchos de nosotros nos inclinamos naturalmente en una de dos direcciones: o nos ahogamos en ella o lo negamos. En cualquier caso, hay una manera de superarlo.

Parte 3: Envidia

La envidia hace que nos comparemos y compitamos con los demás de una manera poco saludable. Trae arrogancia cuando estamos ganando y desaliento cuando no lo estamos. Nos roba la satisfacción y nos hace sentir que estamos persiguiendo el viento. Sin embargo, hay forma de que la envidia no nos domine.

Parte 4: Ira

Cuando estamos enojados, nuestras emociones nos dicen que es 100 por ciento culpa de otra persona. Pero Santiago, el hermano de Jesús, tiene algo diferente que decir.

Parte 5: Temor

Todos nosotros experimentamos miedo ocasionalmente. A veces ese miedo puede protegernos del daño. Por otro lado, vivir con demasiado miedo puede hacer que nos volvamos egocéntricos, distraídos y demasiado protectores… Pero la buena noticia es que no tienes que tener miedo incluso cuándo hay algo que temer.

Parte 6: Jefe encubierto

Cuando vemos que alguien que nos importa toma malas decisiones, podemos confrontarlo o esperar que alguien más lo haga. Muchas veces optamos por lo segundo, con el pretexto de ser amables, no querer interferir o esperar a que nos pidan nuestra opinión. Pero debemos preguntarnos: ¿realmente estamos siendo amables o estamos dejando que el miedo, la incomodidad o la indiferencia nos mande?