Parte 1: Anota esto

Jesús ignoró ciertos protocolos religiosos y se sentía cómodo con pecadores. En el evangelio de Marcos, leemos acerca de la experiencia de Pedro con Jesús que llevó a Pedro a creer en una gran idea: el reino de Dios está cerca y todos están invitados a participar.

Parte 2: Cambiando el guión

Ya sea en la escuela, los deportes o la religión… cuando nos enfocamos solo en las reglas, puede ser fácil olvidar el propósito principal y original de algo. Jesús nos recuerda que cuando nos enfocamos tanto en la letra de la ley, podemos olvidar por qué la ley fue escrita en primer lugar.

Parte 3: Religión sin lagunas

Desde una edad temprana, aprendemos rápidamente a buscar lagunas en las reglas. Tratamos de averiguar qué podemos hacer y seguir estando bien. Tendemos a adoptar esta misma mentalidad en nuestra relación con Dios, pero no funciona. Cuando optamos por lagunas y soluciones alternativas, nos encontramos en una categoría en la que nadie quiere estar: hipócritas. Jesús nos llama a ir más allá de las lagunas religiosas.

Parte 4: Un gran reino

El miedo nos invita a seguir el camino de la autoconservación. Sin embargo, si seguimos ese camino el tiempo suficiente, no conservaremos ni tendremos nada que mostrar en nuestras vidas. Los discípulos originales de Jesús tenían las mismas tendencias a veces. En una ocasión, Jesús les recordó lo que significa seguirlo al decir cuatro palabras poderosas que todavía se aplican a sus seguidores en la actualidad.

Parte 5: Adivino

Muchas veces, nuestra fe se deteriora a medida que se deterioran nuestras circunstancias. Cuando eso sucede, nuestra fe se ve rápidamente superada por el miedo y el futuro parece oscuro. El apóstol Pedro experimentó esto y temporalmente abandonó su fe en Jesús.

Parte 6: El final del comienzo

Todos tenemos momentos vergonzosos de los que podemos reírnos más tarde. También hay momentos vergonzosos que daríamos cualquier cosa por deshacer. Pero lo que nuestros pasados nos recuerdan, no tiene que definirnos.